Así que nada tras preparar todo en un tiempo récord, me despido de mis padres en el aeropuerto, que pena da ver a una madre despedir a su hijo, y salgo hacia Madrid, aquí permanezco una noche, que no dormir, y a las 6:00 de la mañana salgo hacia trípoli vía Amsterdam, como se pueden imaginar no es precisamente la ruta mas corta, pero supongo que si la mas barata. A las 14:00 llego al aeropuerto de Trípoli, donde te obligan a pasar por 3 controles de seguridad con máquinas de rayos-x, la primera cuando te bajas del avión por donde debes pasar tu equipaje de mano, luego viene la fase de enseñar el pasaporte menudo revuelo al enseñar mi pasaporte de servicio, pasó como por 4 manos distintas, luego me apuntaron en una lista y por fin me lo devolvieron,llegue a pensar que me mandaban de vuelta a mi casa,jejeje. De aquí pasas a recoger el equipaje y una vez mas pasas todo tu equipaje por la última de las máquinas con rayos-x. Como podéis ver se toman la seguridad del país muy enserio.
Eso si, por suerte no es un aeropuerto con mucho tráfico aéreo, como podía ser el de Amsterdam donde la cola para enseñar el pasaporte para coger el avión a Libia era enorme y por más que busqué no encontré ninguna fila para pasaportes “diplomáticos” así que me tocó comérmela entera.
Pues bueno el viaje había terminado, fuera me esperaba un país por descubrir y 32º de temperatura, será por calor a mi...:) meses sin alcohol, ni cerdo, por ese motivo en el avión aproveché y lo probé todo por última vez, o por lo menos eso creía yo a mi llegada....
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